La tonfa es un arma originaria
de China y de Okinawa, de la
cual se derivó posteriormente el bastón policial moderno.
Al
igual que otras armas tradicionales, éstas eran utensilios de la vida del
campo. La tonfa fue en sus orígenes un asa para hacer girar una rueda de molino,
aunque también podría haber sido una herramienta para plantar vegetales.
El uso
de las tonfas se enseña en el arte marcial del Kobudō, y en ocasiones también se incluye en karate. Partiendo de la idea de que
estas armas son una prolongación del puño, el que la utiliza logra mayor
alcance en los golpes. Por ese motivo, para practicar con estas armas primero
uno debe saber manejar bien sus puños y antebrazos.
Técnicas de la tonfa
Habitualmente, las tonfas se utilizan por parejas, para poder
así efectuar defensas y ataques simultáneos y su longitud debe ser ligeramente
superior a la del antebrazo.
El mango de la tonfa, al ser perpendicular al cuerpo central,
permite realizar movimientos circulares, dotando a los ataques de mayor fuerza
debido al momento del giro.
La tonfa es un arma muy versátil debido a que el mango no está
completamente centrado, lo que permite disponer de dos longitudes distintas
para realizar movimientos según lo requiera la situación.
Con la tonfa se pueden realizar numerosas técnicas de defensa,
ya que su forma y posición protege el antebrazo con gran eficacia y permite
desviar tanto ataques con armas como ataques físicos de patada o puño.
Cogida por extremo, el mango de la tonfa puede utilizarse para
realizar agarres, enganchando el cuello, rodilla, brazo o incluso el arma del
adversario para dificultar sus movimientos o desarmarlo.
Tonfa:
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